Valores, Creencias y Actitudes

En considerables ocasiones utilizamos erradamente el concepto de "cambio de actitudes" para referirse al cambio de valores por ejemplo a la responsabilidad, impuntualidad o cambio de creencias.

Es peligroso descubrir errores y exponerlos en voz alta, debido a que el concepto de actitud ha sido difundido, por los investigadores dedicado a la psicología social, quienes han encontrado con menor dificultad los factores para medir las actitudes y valores.

Una actitud es consecuencia de los valores y normas que la anteceden, y es una tendencia evaluadora, siendo positiva o negativa, con respecto a personas, hechos o cosas.  Las actitudes demuestran cómo nos sentimos antes una situación o una persona.

Por ejemplo, podemos tener una actitud positiva con relación a un trabajo y dedicarnos a él con entusiasmo, en consecuencia esta conducta nos facilita la posibilidad de poner en práctica el valor de la creatividad, el cual se mantiene, a su vez, en determinadas creencias, "es necesario que seamos creativos para continuar en el mercado".

Para cambiar conductas, más que intentar cambiar solamente actitudes, lo que hay que hacer es modificar los valores y creencias que las anteceden.

La relación básica entre creencias, valores y conductas tiene una demostración específica que se refiere al estrés profesional.

El estrés profesional, es preocupación progresiva en los países desarrollados, en los que muchas personas están cada vez más consciente de que su calidad de vida depende en gran parte de las condiciones de trabajo y de las relaciones que lo rodean, aunque una cosa es la preocupación y otra muy distinta es la ocupación para solucionar este problema.

Si los directivos y profesionales no disponen de una adecuada calidad de vida debido indispensablemente a sus ambientes estresantes de trabajo, difícilmente van a gestionar de forma activa que el resto de los funcionarios realicen su trabajo en las condiciones psicológicas y ambientales apropiadas.

Existen valores de alto rendimiento profesional, como la cortesía, la creatividad, la calidad del trabajo, la flexibilidad, el buen humor, el compromiso con la jefatura, etc., que tienden a inhibirse cuando la persona se encuentra desmotivado.

La necesidad de iniciar organizaciones menos estresadas, significa que sus líderes saben vivir menos estresados.

A continuación presentamos las principales creencias y valores que llevan a una tener conductas de estrés y de bienestar emocional:

Creencias:

Hay que controlar a toda costa el mayor número de cosas en el menor tiempo posible.

El trabajo es lo primero.
Es "blanco o negro".
Si no eres agresivo, no te respetan (si no pisas, te pisan).
No hay que perder el tiempo haciendo cosas lentamente.
No tener tiempo es signo de éxito.
Mostrar estrés es signo de debilidad.
Estar sin hacer nada es perder el tiempo.
No hay que ser fantasioso.
La autoestima se basa en la demostración de la apreciación a través del trabajo.
Hay que pensar "Esto es lo mejor que puedo estar haciendo en este momento" todo lo se pueda.
Hay que equilibrar la energía dedicada al trabajo, a la familia y a uno mismo.
Hay que saber saborear las cosas.
Hay que darse buena marcha sin triturarse.
Hay que saber disfrutar por el trabajo bien hecho.
Hay que saber desconectar después del trabajo.
La autoestima se basa en la posibilidad de querer y ser querido.

Valores:

Rapidez, puntualidad.

Conducta enérgica (al hablar, al trabajar, etc.).
Alta implicación en el trabajo.
Actividad.
Logro profesional.
Dinero.
Signos de estatus social elevado.
Buen ambiente de trabajo.
Amabilidad.
Amistad.
Disfrutar en el trabajo.
Tiempo dedicado a la familia.
Sexualidad satisfactoria.
Buena forma física.
Cultura.

Conductas:

Conducta estresante predisponente al conocimiento de descontrol y a la enfermedad, cuya acción desfavorece el bienestar emocional y la salud.

Fuente: Articulo Comunicación y Valores