Por Marina Valero, de la redacción de Lindekln Noticias
Un buen líder sabe cómo inspirar y motivar a los empleados para que den lo mejor de sí. Para ello, es imprescindible cuidar la comunicación y evitar frases como "no necesito tu consejo", "no soy el responsable" o "no te quejes porque rodo está bien". Los jefes tóxicos no son jugadores de equipo porque no confían en nadie, siempre piensan lo peor de los demás, hacen que la responsabilidad recaiga en otro cuando vienen mal dadas y subestima a su equipo.
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